Chris Simmons, teniente coronel retirado de la agencia de inteligencia militar (DIA, por sus siglas en inglés), puntualiza que el ataque estaba previsto para el Black Friday y hubiera sido la acción terrorista de mayor envergadura en Estados Unidos anterior al 9-11. La conspiración habría obedecido al deseo de venganza de Castro en previsión contra el incumplimiento por Kennedy del pacto con Krushev que diluyó la Crisis de los Misiles. Los objetivos del sabotaje eran la Estatua de la Libertad, la estación de ómnibus de la Calle 42, la Grand Central Station y otras paradas del metro en Manhattan, las tiendas neoyorquinas de Macy’s, Gimbels y Bloomingdale, así como refinerías de petróleo en Nueva Jersey. Para seguir leyendo…
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