Marivi Veliz: ‘Ningún lugar está lejos’ / La fotografía de Evelyn Sosa en Miami

Desde niña, Evelyn Sosa (La Habana, 1989) se acostumbró a mirar por detrás de la cámara. Creció, caminó por los pasillos de la Escuela Vocacional Vladimir Ilich Lenin (más conocida como “La Lenin”) haciendo videos y fotos. Aunque se hizo ingeniera, jamás trabajó en eso. De la universidad salió para entrar en talleres de fotografía y adentrarse sin mucha conciencia, en el mundo del arte y de la reproducción de imágenes profesionalmente.
Fue un hecho fortuito catapultado por una amiga-ángel que al dejar Cuba puso en sus manos una cámara profesional que cambió su vida. Además, ese momento, ese instante en que el objeto se transfiere, y con este un universo de memorias y afectos, también se convirtió en el origen de su serie “No Place is Far Away“ (en español, “Ningún lugar está lejos”], que le da título a la primera exposición personal de la artista en Miami.
Sosa llegó a los Estados Unidos con una beca para estudiar práctica documental y periodismo visual en el International Center of Photography (ICP) de New York, en el 2022. En esa ciudad, donde residió por un año, ya había tenido su primera exposición personal fuera de Cuba, “Havana Intimate” (2019), que fue a su vez el escenario de presentación de su fotolibro. Allí comenzó, como parte de un proyecto de clase, la serie “No Place is Far Away“, donde entrevista a migrantes cubanos (también de New Jersey), se acerca y les pregunta qué objetos trajeron consigo al salir de la isla.
Como si se tratara de un registro arqueológico o una pieza de museo, la fotógrafa los registra. Cámara en mano los perpetúa, los transfiere a una especie de colección-archivo del migrante, que crece y se expande al llegar a Miami, hace poco más de un año.
En la memorabilia del migrante de Sosa, no obstante, la estética de la fotografía documental se pierde. El protagonismo de objetos disímiles: fotos, pasaportes, muñecas, zapatos, maletas, es llevado casi a lo sagrado a través de la exposición en solitario y los claroscuros de la fotografía en blanco y negro. Cada objeto es, en sí mismo, una reliquia minuciosamente documentada, un hiper retrato sin contexto. Es el objeto y su marco, el objeto ocasionalmente in-situ dentro del cubo blanco.
Lo que importa en la exhibición en la galería Mahara+co, de parte de la serie “No Place is Far Away“, es aquello que estos objetos retienen que nunca podrá ser verbalmente expresado. En esa distancia, ese juego entre lo vivo y lo inerte, Sosa también toma parte. Ella no es solo la fotógrafa, es también una migrante partícipe que cuenta su historia en imágenes y objetos. En ese sentido, el proyecto es autorreferencial. Da cuenta de la su propia búsqueda personal, de lo que se guarda, se transforma o desaparece al migrar, al entender la vida desde otro lugar.
Ese no siempre fue su proceso. Cuando comenzó la serie, la artista fiel al estilo documental, fotografiaba a los objetos allí mismo donde estaban, en los interiores a los que se le apuntaba. Ella misma comenzaba a hacerse preguntas sobre lo que significaba migrar, olvidar-y-recordar.
Al llegar a Miami y continuar su trabajo, la proliferación de testimonios y lugares lejos de añadir barroquismo a las imágenes, las simplificaron. Su fotografía se tornó minimalista, purista, se enfocó en el detalle, aunque es profundamente documental, tal y como ella asevera.
La libertad creativa y los recursos para experimentar y desarrollar estas ideas de, al fin y al cabo, una artista recién emigrada, han sido el resultado de varias cosas al mismo tiempo.
Por un lado está el encuentro con Cuba en Miami, la comunidad de amigos, y la de artistas de todas partes. Por otro, el apoyo financiero del Cuban Migrant Artists Resilience Fellowship, una beca patrocinada por dos organizaciones internacionales que protegen la libertad de expresión creativa, Artist at Risk Connection y Pen International. El año pasado, Sosa fue una de las artistas seleccionadas para recibir este premio, el cual la comprometía a trabajar colaborativamente para su próxima exposición personal.
Así comenzó hace poco más de un año el diálogo con Mahara Martínez, directora- fundadora de la galería Mahara+co, y también curadora de esta muestra. Ella también es cubana, pero a diferencia de Sosa salió de la isla para instalarse en Santiago de Chile, en 1995. Aunque al igual que ella, se ha valido del arte y la creatividad, para exorcizar las sensaciones de extrañeza y de no pertenencia que afloran con la migración. Esto ha sido precisamente lo que ha propiciado la comunicación entre ambas, lo que ellas han compartido para lograr hilvanar el recorrido que propone “No Place is Far Away“.
La palabra, la conversación es también clave para el acercamiento y la revelación de lo íntimo que Evelyn Sosa revela al apuntar con su cámara. Resulta de caminar, explorar los lugares, encontrarse con la gente, preguntar. Está presente en casi todas sus series “Havana Cuir”, “Love Portraits”, “Retrato femenino” (de dónde nació su primera muestra individual), y en las imágenes de “Feelin’ Fine”. La palabra ha sido vital para ganarse la confianza de quienes sin conocerla mucho, le ha transferido sus objetos.
En esta exhibición, podrá verse incluso cosas que han sido donadas. Más que imágenes y testimonios, Sosa va creando una red de personas, de afectos, de actos de escucha que encuentran su lugar dentro en los imprecisos ámbitos del arte. De ahí que piense en hacer de esta serie un libro, una pieza que le deberá mucho a la recepción de sus obras este próximo sábado 10 de mayo en Mahara+co galería.
Publicación fuente ‘ArtburstMiami.com’
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