Mujercitos: Manifiesto por la Independencia de Isla de Pinos
«Por un pueblo, por una historia, por un destino propio».
Nosotros, ciudadanos de la Isla de Pinos, depositarios de una memoria distinta, testigos de siglos de olvido, periferia y desarraigo, alzamos hoy la voz con la convicción serena de quienes han esperado demasiado tiempo.
Reclamamos el derecho a la independencia plena de la Isla de Pinos, no como acto de confrontación, sino como afirmación legítima de nuestra historia, nuestra identidad y nuestro futuro.
1. UNA HISTORIA PROPIA
La Isla de Pinos posee un recorrido histórico singular que la distingue del resto de Cuba. Desde los primeros tiempos coloniales, fue tierra de paso, de naufragios y de exilios. Fue territorio bajo ocupación estadounidense tras la Guerra Hispanoamericana y, durante años, su estatus legal fue objeto de controversias internacionales. Sólo en 1925 fue formalmente incorporada a la República de Cuba tras negociaciones bilaterales, sin que los habitantes de la isla fueran consultados.
Esta falta de decisión democrática sobre nuestro destino es una deuda histórica pendiente.
2. UNA IDENTIDAD DIFERENTE
Durante décadas, la Isla de Pinos ha sido un laboratorio social ajeno a los ritmos del resto del país. Aquí convivieron prisioneros políticos, experimentos de educación soviética, colonos internacionales, trabajadores agrícolas forzados y cooperativas utópicas. Todo ello ha tejido una cultura híbrida, resistente, creativa, que no se siente reflejada en las estructuras centralizadas del poder habanero.
Somos pineros: ni completamente integrados, ni completamente reconocidos.
3. EL FRACASO DEL CENTRALISMO
El modelo centralista impuesto desde La Habana ha convertido a la Isla de Pinos en un satélite olvidado. Las inversiones han sido mínimas, la infraestructura es deficitaria, las oportunidades de desarrollo económico están bloqueadas por la burocracia y la falta de autonomía política.
La lejanía geográfica ha sido utilizada como excusa para la marginación. Sin representación política propia, nuestras necesidades siempre han sido postergadas en favor de decisiones tomadas por élites ajenas a nuestra realidad insular.
4. EL DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN
La autodeterminación no es un capricho. Es un principio reconocido por el derecho internacional. Los pueblos tienen derecho a decidir su destino, su forma de gobierno y su proyecto de desarrollo. Nuestra reclamación se fundamenta en ese derecho.
Queremos construir un Estado insular independiente, democrático, abierto al mundo, que priorice las necesidades de su población, gestione sus propios recursos y establezca relaciones internacionales con soberanía plena.
5. UN PROYECTO DE FUTURO
Nuestra visión para la Isla de Pinos independiente es la de una pequeña república democrática, ecológica, culturalmente diversa, económicamente abierta, tecnológica y sustentable. Un país capaz de aprovechar su posición geográfica estratégica en el Caribe, sus recursos naturales, su potencial turístico y su capital humano joven.
Un Estado que rompa con los modelos obsoletos y construya un verdadero laboratorio de democracia participativa y desarrollo sostenible.
Convocamos a todos los pineros, dentro y fuera de la isla, a unirse en este esfuerzo pacífico, legítimo y democrático para reclamar nuestra independencia.
Convocamos a la comunidad internacional a observar y acompañar este proceso histórico.
Porque ya es hora de que la Isla de Pinos deje de ser la periferia olvidada y se convierta en el centro de su propio destino.
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