Antonio Enrique González Rojas: Entrevista en negativo con Yailyn de la Caridad Morales Díaz [Primer Premio del Franz Kafka de Cine Documental Vertical, 2025]

Artes visuales | Cine | Premios Kafka | 6 de octubre de 2025
©Yailyn de la Caridad Morales Díaz por René Pedroso Herrera

Yailyn de la Caridad Morales Díaz se posicionó en el primer lugar del II Premio Franz Kafka de Cine Vertical Documental con la pieza audiovisual Inercia, que propone una mirada tan personal como lúcida de la realidad que la rodea y anega.

Esta y sus obras previas se distinguen por una operación tan sencilla y efectiva como alterar los valores de las imágenes, de positivo a negativo, generando un amplio espectro de resonancias y lecturas en los potenciales espectadores.

Lejos de la simpleza, las propuestas de Yailyn se adentran en las problemáticas de la representación y las honduras del ensayo audiovisual. La inmediatez se ve transfigurada por la resignificación trascendente, sin perder su identidad. Con ella conversé sobre sus motivos, motivaciones, procesos y claves creativas   

Tanto Inercia como el resto de tu obra audiovisual sugieren una mirada muy comprometida con tu realidad inmediata, pero a la vez emana un fuerte intimismo. ¿En términos cinematográficos, te considerarías documentalista o ensayista?

Me considero una artista visual que se mueve entre la documentalista y la ensayista. Mi enfoque consiste en capturar la realidad de mi entorno de manera auténtica y cruda, buscando transmitir emociones profundas y reflexiones filosóficas a través de mis piezas audiovisuales.

Mi objetivo no se limita a representar visualmente la realidad, sino que también busco profundizar en conceptos abstractos y generar una experiencia sensorial y emotiva en el espectador. A través de mi trabajo, pretendo invitar a la audiencia a cuestionar sus propias percepciones, y a comprender mejor el mundo que nos rodea.

Tu usuario profesional en Instagram es “Cuba en negativo”, en relación directa con tu identidad estética, ¿habla también de cómo percibes tu nación, tu sociedad, tu entorno?

El nombre “Cuba en negativo” surgió de manera natural en 2021, como una expresión de mi identidad estética y mi enfoque artístico, a pesar de no haber estudiado fotografía ni video y dedicarme profesionalmente a la restauración. Esta elección refleja la conexión con mi entorno y la sociedad cubana y los diversos aspectos que la rodean.

“Cuba en negativo” en mi perfil de Instagram no solo refleja mi identidad estética y mi enfoque artístico, sino que también habla de mi forma de percibir y representar mi país, mi sociedad. A través de mis obras, busco mostrar la realidad cubana desde una perspectiva crítica y profunda, revelando las complejidades y contradicciones que existen en la isla. Mi objetivo es ir más allá de la superficialidad y explorar las capas más profundas de la realidad cubana, ofreciendo una visión auténtica y sincera de mi país.

La elección de este nombre tiene múltiples niveles de significado y es parte integral de mi enfoque. En primer lugar, el término “negativo” sugiere una inversión de la realidad, una mirada opuesta a la convencional, una visión crítica de la realidad cubana. Al utilizar esta palabra, busco subrayar aspectos oscuros, dolorosos y conflictivos de la sociedad cubana que a menudo son invisibilizados o ignorados.

Además, el concepto de “negativo” también remite al proceso fotográfico en el que la imagen se invierte en colores opuestos al original. Esta idea de invertir la realidad visualmente sugiere una representación distorsionada y alterada de la realidad, que puede contribuir a transmitir la sensación de desorientación, desolación y complejidad que caracteriza a muchas de mis obras audiovisuales.

En cuanto a la visualidad colorida y sobresaturada, la elección de esta estética se relaciona con la idea del contraste y la provocación. Al utilizar colores vivos y saturados en medio de una representación cruda y dolorosa de la realidad cubana, busco crear un efecto impactante y perturbador en el espectador. Esta combinación de elementos visuales contrastantes persigue generar una reflexión profunda sobre la dualidad y complejidad de la sociedad del país, mostrando la belleza y la intensidad de los colores junto con la crudeza y el sufrimiento latente.

La elección de “Cuba en negativo” y la estética visual colorida y sobresaturada en mis obras se entrelazan para crear una experiencia artística y reflexiva. A través de la inversión de la realidad, la distorsión visual y el contraste estilístico, busco transmitir emociones intensas, provocar reflexiones críticas y generar un diálogo profundo sobre la complejidad y las contradicciones de la sociedad cubana.

¿Ves la ciudad, sus ruinas, sus basureros, sus habitantes que caminan sin rumbo fijo como resonancia o metáfora de la contemporaneidad sociopolítica cubana?

En mis piezas audiovisuales, la ciudad se convierte en una metáfora de la contemporaneidad sociopolítica cubana. A través de la representación de ruinas, basureros y habitantes sin rumbo fijo, busco reflejar la desolación y la indiferencia que caracterizan muchos aspectos de la realidad nacional.

Sin embargo, estos elementos visuales también funcionan como símbolos de la resiliencia, la esperanza y la lucha constante de la población frente a las adversidades. Mi obra busca transmitir un mensaje de resistencia y solidaridad, capturando la complejidad y la diversidad de la sociedad cubana en todas sus facetas.

Hablemos sobre tus métodos de filmación. ¿Planificas tus rodajes, te trazas una estrategia con locaciones, horarios más o menos específicos; o solo sales a las calles sin rumbo predeterminado y vas descubriendo las imágenes que procesarás para tus obras, consiguiendo una suerte de instantáneas?

Busco equilibrar la planificación cuidadosa de mis rodajes con la espontaneidad del momento presente. Si bien suelo trazar una estrategia con locaciones, horarios y situaciones específicas en mente, también me gusta dejarme llevar por la intuición y la improvisación durante el proceso creativo.

Esto me permite capturar imágenes y encuentros inesperados que enriquecen mis obras con una mayor autenticidad y verdad. La combinación de la planificación y la improvisación me permite crear piezas audiovisuales que resultan impactantes y emocionalmente resonantes para el espectador.

En tu obra, los elementos arquitectónicos tienden a primar sobre los individuos. Se establece una especie de contraste o tensión entre lo estático urbano y la fugacidad humana de los transeúntes. ¿Buscas el equilibrio en estas representaciones o te decantas por los monumentos, espacios y edificios?

En mis representaciones visuales, la presencia predominante de elementos arquitectónicos sobre los individuos se convierte en una metáfora de la permanencia y la transitoriedad en mis obras. Esta tensión entre lo estático urbano y la fugacidad humana busca reflejar la dualidad y la complejidad de la experiencia humana en relación con su entorno construido.

Mi intención no es alcanzar un equilibrio perfecto, sino más bien invitar a la reflexión sobre nuestra interacción con el mundo material y estimular la contemplación sobre nuestra existencia en un entorno urbano en constante cambio.

Inercia y otras piezas develan un mundo que no tiene día ni noche. Sugiere una suerte de eclipse perpetuo, a la vez que enrarece lo documentado quizás hasta lo irreconocible. ¿Qué te interesa que el espectador ocasional perciba al recepcionarlas?

En Inercia y en otras piezas audiovisuales busco provocar una respuesta emocional y cognitiva en el espectador, invitándolo a explorar las capas más profundas de la realidad cubana. A través de la representación de la desolación, la apatía y la inacción que caracterizan muchas situaciones de injusticia y opresión en la sociedad cubana, busco despertar la conciencia y motivar a la acción. Mi objetivo es generar un diálogo crítico y constructivo sobre los problemas y desafíos que enfrentamos como comunidad, fomentando un cambio positivo a través de la reflexión y la empatía.

Inercia es solo la punta del iceberg, ya que todo es mucho más profundo y doloroso en mi representación de la sociedad cubana. Sin embargo, estos elementos visuales también funcionan como símbolos de la resiliencia, la esperanza y la lucha constante de la población cubana frente a las adversidades. Mi obra busca transmitir un mensaje de resistencia y solidaridad, capturando la complejidad y la diversidad de la sociedad cubana en todas sus facetas.

¿Tienes alguna plataforma favorita para exponer o transmitir tus piezas audiovisuales? ¿Para cuál las concibes? ¿Redes sociales, galerías, cines quizás?

Considero que las redes sociales, las galerías y los espacios expositivos independientes son medios valiosos para compartir mi trabajo con el público. Las redes sociales ofrecen la posibilidad de llegar a un público más amplio y diverso, aunque las galerías permiten una experiencia más íntima y personalizada para las audiencias. A través de estas plataformas busco difundir mis piezas y establecer un diálogo con el espectador que enriquezca la comprensión y apreciación de mis obras en un contexto artístico más amplio y significativo.

La mayoría de tus piezas cuentan con formatos apaisados. ¿Qué retos formales y expresivos pudo representar para ti filmar en formato vertical? ¿Le encontraste potencial para emplearlo en futuras obras?

El formato apaisado que suelo utilizar representa un desafío creativo y expresivo interesante, ya que permite explorar la composición visual de manera más amplia y panorámica, resaltando la arquitectura y la estética de las imágenes. Aunque he elegido este formato en la mayoría de mis obras, también estoy abierta a experimentar con formatos verticales en el futuro.

Considero que cada formato tiene su propio potencial estético y narrativo, y estoy dispuesta a explorar nuevas formas de expresión visual que enriquezcan mi enfoque artístico y mi exploración de temáticas relevantes.

Mi trabajo como artista visual se caracteriza por una profunda exploración de la realidad cubana, a través de una mirada crítica, emotiva y reflexiva. Mi objetivo es transmitir emociones, provocar reflexiones y generar un diálogo con el espectador que trascienda lo meramente visual y se adentre en las capas más profundas y significativas de la sociedad.