Noticias: La diplomacia del poder blando de Rusia llega a la enseñanza primaria en Cuba

DD.HH. | 19 de noviembre de 2025
©Russkiy Mir

La complicidad de los regímenes de Cuba y Rusia no solo se manifiesta en el campo político, militar y económico, sino cada vez más intensamente en el escenario del denominado soft power (poder blando), que expande los valores e influencia de Moscú entre sus aliados a través de la cultura y la educación.

Lo anterior se evidencia no solamente con las decenas de alumnos cubanos enviados a universidades de Rusia, sino con la presencia de profesores de la nación euroasiática en las aulas de la Isla, donde enseñan el idioma ruso y los valores que defiende Moscú.

Daria Gridasova, natural de San Petersburgo y parte del proyecto internacional Profesor Ruso en el Extranjero, impulsado por el Kremlin, enseñó durante meses a niños de la escuela de referencia nacional Rafael María de Mendive, ubicada en La Habana Vieja.

«Doy clases a niños de sexto, tienen once años», contó Gridasova al medio ruso Russkiy Mir. «Además, trabajo con estudiantes adultos en la universidad. Los adultos tienen objetivos diferentes: alguien quiere recordar lo que enseñó una vez, otro tiene raíces rusas. Los niños aún no comprenden del todo por qué necesitan el idioma ruso. Estudian porque el idioma está en el programa. Los niños aquí perciben bien las clases y también me ayudan a adaptarme». 

La docente afirmó contar con las condiciones idóneas para su trabajo en el centro docente, apadrinado por el Ministerio de Educación: «Tengo una pizarra electrónica en mi aula, durante las clases hago presentaciones del material y lo muestro en la pizarra. Tomo libros de texto sobre ruso como lengua extranjera como base. Muchos niños entienden el material muy rápido. Pero, por supuesto, hay dificultades con la pronunciación, algunos sonidos les resultan difíciles», señaló.

Aunque Gridasova no explicó en detalle qué contenidos tiene su programa, en los centros docentes de la Isla los temarios son aprobados por las autoridades. Asimismo, su categoría docente y título deben estar avalados por las instituciones oficiales para ejercer su labor.

Sobre Rusia, contó, sus alumnos «saben que hay nieve en invierno y hace mucho frío. Han oído hablar del ballet ruso. Son muy curiosos. En cuanto empiezas a contar algo, se vuelven más silenciosos para escuchar. A veces, ellos mismos callan a sus compañeros para que no interfieran en la escucha».

La docente reconoció que apenas tiene interacción con los padres de los niños: «A veces veo a los padres. Hay reuniones, pero no con frecuencia. Puedo conocerlos cuando recogen a sus hijos al final del día escolar. Pero no hay reuniones especiales».

Los niños prefieren «el trabajo creativo. Dibujar, cantar. Recientemente, recibimos felicitaciones por el Día del Profesor, y aprendimos una canción del dibujo animado ruso Los músicos de Bremen«.

Gridasova es egresada de la Universidad Politécnica de San Petersburgo, donde estudió inglés y alemán en la Facultad de Lenguas Extranjeras. Tras graduarse, trabajó en una agencia de traducción y como profesora de inglés en una escuela de idiomas en San Petersburgo, que se especializa en cursos de ruso como lengua extranjera.

Para trabajar en Cuba, presentó su candidatura y la aprobó. «Acepté casi de inmediato. La opinión de la familia también era importante para mí. Al fin y al cabo, está bastante lejos de casa. La familia me apoyó», refirió.

Pero residir por un periodo largo en Cuba despertó temores en la joven: «Me preocupaban las enfermedades, especialmente los mosquitos. Y el hecho de que habría dificultades con los medicamentos. He traído muchos medicamentos conmigo. También me preocupaba quedarme sin dinero, pero al final descubrí cómo cambiarlo. Ahora todo está bien».

Reconoció que en la Isla «no he visto nada negativo sobre Rusia o los rusos. Muchos cubanos que estudiaron en la URSS en los años 80 recuerdan el idioma ruso y pueden hablarlo. Tienen muy buenos recuerdos de esos tiempos. Un taxista me dijo que le gustaba mucho Pedro el Grande. Había leído el libro de Alexéi Tolstói sobre nuestro emperador y quedó completamente encantado».

El proyecto Profesor Ruso en el Extranjero, que en 2025 llegó a 28 países y cuenta con 612 docentes, está a cargo del Centro de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación de la Federación de Rusia. Comenzó hace siete años en una nación vecina de Rusia y desde entonces no ha dejado de expandirse.

«El proyecto es un fenómeno único. Puede llamarse diplomacia de poder blando, ya que el trabajo de los profesores rusos en el extranjero contribuye a fortalecer la imagen de Rusia como un país con una educación de alta calidad y competitiva», dijo al respecto Olesya Vech, jefa interina del Departamento de Educación del Centro de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación ruso.

«Sus actividades forman una percepción positiva de los estándares rusos de educación, ciencia y cultura, y del país en su conjunto entre la población local y las autoridades de los países anfitriones», enfatizó. 

«Muy a menudo se puede oír la idea de que enviamos a los profesores al extranjero en un momento en que hay escasez de personal en las escuelas rusas. Por supuesto, hay que abordar la escasez de personal docente en Rusia, pero no debemos olvidar que el trabajo de los profesores rusos en el extranjero desempeña un papel clave en el fortalecimiento de los lazos educativos, culturales y científicos internacionales. Los graduados de universidades rusas, que recibieron educación gracias al esfuerzo de nuestros profesores, se están convirtiendo en un recurso importante para el desarrollo de la cooperación internacional y el fortalecimiento de la posición de Rusia en el mundo moderno», añadió.

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Publicación fuente ‘Diario de Cuba’