No son muchos en la Isla, pero desde 2010 a la fecha, se viene gestando un sector discreto de personas que mueven o poseen bastante dinero. Las cantidades son irrisorias en Estados Unidos y otras naciones del Primer Mundo. Pero en Cuba, donde el salario promedio ronda los 25 dólares, no hay grandes préstamos bancarios, ni comercio electrónico, el Estado prohíbe la acumulación de capital y sospecha que un emprendedor privado es un presunto delincuente, el surgimiento de una nueva clase media alta (incluso de algunos millonarios silenciosos) se va expandiendo, sobre todo en La Habana. Para seguir leyendo…
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