Katherine Perzant: La pirámide abierta [Presentación de ‘Corpus’, de El Ciervo Encantado]

Durante los dos últimos años he tenido el privilegio y el reto de editar, lo que quisiera titular con permiso de sus autoras, la trilogía de EL Ciervo Encantado.
Estos libros son Irrupciones que reúnen las performances más efímeras del grupo El ciervo encantado/En el camino, que compila e ilustra las 100 performances del grupo desde su fundación en 1996 hasta el pasado año y Corpus, el libro que vengo a presentar aquí hoy. Y que es, acaso, el más esperado por el público y los estudiosos de la obra de la directora Nelda Castillo.
Sí, cuando acabe esta presentación podrán llevarse a casa los textos de EL Ciervo Encantado, De donde son los Cantantes, Pájaros de la playa, Visiones de la Cubanosofía, Variedades Galiano, Cubalandia, Triunfadela, Guan melón…!!! Tu melón…!!!!, Departures, PIB, Arrivals, La anunciación, La ecuación de Mifflin y La célula fundamental.
Dieciséis textos que narran la historia y evolución de un grupo, y a su vez la historia y Memoria de un país.
Ningún otro grupo de teatro ha profundizado e investigado tanto en lo cubano como El Ciervo Encantado y las obras que contiene Corpus lo confirman. Cada una de ellas está construida sobre numerosas fuentes de investigación y a través de prácticas como la antropología, la sociología, la sicología y el periodismo. En palabras de su autora, pudiéramos comparar a los Seres de estas performances con buzos profesionales.
Y cito:
«Practican una inmersión en un tema específico, que puede durar días, meses o años, y vuelven a la superficie para contar lo que han visto. Un buzo dirá: el lecho marino no puede contarse del todo, es imposible. Eso lo sabemos. Llevamos practicando la inmersión en las aguas de la Isla durante tres décadas. Las aguas de la Isla son profundas, oscuras… Pero cada vez que nos zambullimos hacemos un metro más. Un metro más. Más abajo, más abajo. Y el mar picando en las espaldas».
Durante treinta años Nelda Castillo junto a Mariela Brito y los artistas que han practicado a su lado la inmersión han recuperado para la cultura cubana una Memoria que de lo contrario seguiría dispersa en el piélago.
Y esa Memoria hoy queda abierta al público, como esas pirámides del Valle de los Reyes, en Egipto, donde los turistas de la actualidad pasan señalando aurigas tallados, chacales de oro, momias y columnas de alabastro.
Adelanto un muestrario de los tesoros que serán develados:
Una visión única para comprender y estudiar nuestra Isla que se repite.
Una imbricación de voces y con(textos) que nos trazan el mapa de un país mutante.
Una colección de versos, poemas, textos, testimonios, cartas, epitafios, carteles, dichos y ocurrencias de los más grandes autores de la literatura cubana y de los habitantes de este país que en su padecerlo y gozarlo nos han legado un sinfín de expresiones, congojas y vítores que conforman también este Corpus nuestro.
Aquí, en estas páginas, dice Lezama Lima: «La cuarta cerveza es la de la locura».
Aquí, en estas páginas, dice Reinaldo Arenas: «Ciento treinta mil personas lanzándose, como ganado en estampida, al mar; llegando los más afortunados al otro lado, para volver (intentar) de nuevo nacer, comenzar».
Aquí, en estas páginas, dice Severo Sarduy: «De joven, cuando me enamoraba, también me cambiaba la voz». «Todos están perdonados. Yo los perdono a todos. Tengo todo el verano danzando en la cabeza».
Aquí en este libro dice Reina María Rodríguez: «¿Alguien llevará en la boca un beso que rompa hechizos? Me asusta el final que tendrá todo esto. Me asustan las tenderas. Mienten. No tienen las croquetas ni las alitas de pollo que anuncian. Y esos mulatos que roban a trocha y mocha y yo mocha, ¿cómo no van a robarme? Y la plata ¿Dónde está? ¿La saco de una botella en el medio del mar? Confieso que me canso. El manicomio local, municipal».
Aquí en este libro dice Mariela Brito: «Esos primeros años noventa fueron muy desesperados y todos buscábamos una salida individual para aquella miseria. Unos se lanzaron a la calle a vender rositas de maíz, maní… Otros criaron pollitos y puercos en los apartamentos. Y muchos, como yo, buscábamos una carta de invitación a cualquier parte para quedarnos. Fueron los años en que se fueron del país casi todos mis amigos, mis compañeros de estudio, mis maestros».
Y esa composición de la Memoria, esa configuración nos la hizo Nelda Castillo, para que recordemos, para que descubramos un país que habla desde la belleza y el dolor y la rabia y el calor del trópico…
Aquí adentro, les cuento, habla la Virgen con su bellísima voz de Virgen y hablan los reparteros y los reguetoneros y los choferes de los carros de diez pesos que ahora son carros de miles de pesos. Y habla también tu tía que vive en La Florida, tu vecina que revende perfume y ropa de Shein. Y habla Martí. Y habla el malecón de La Habana, el Sol de esta Isla que raja las piedras. Aquí se escucha un eco de sones y boleros y pianos y guitarras que nos componen como seres de un país que tenía que contarse así, con la voz de los vencidos. La historia, dice su autora en el texto que sirve de prólogo a Corpus, la cuentan los vencedores. Pues la Memoria que cuenta EL Ciervo Encantado es la historia de los vencidos.
Y también en esta pirámide abierta vuelan dos pájaros, son pajaritos de costa de Severo Sarduy.
Pájaros de la playa.
Terminaré la presentación de Corpus, el más reciente libro de la directora Nelda Castillo con la frase de la performer Mariela Brito que aparece en su contraportada:
«El objetivo de este libro no es describir desde el texto las performances en escena. Ni siquiera pretenden ser textos publicados para ser montados por otros. De ahí que las acotaciones sean mínimas. Nos interesa que este sea un libro que se lea como se lee un libro de poesía, o un libro de prosas poéticas, relacionadas entre sí por un hilo subterráneo. El hilo de nuestras obsesiones».
Intento figurarme ese hilo.
¿Cómo es, de qué fibra está hecho, cuál es su composición…?
Es un hilo fuerte, eso sí.
Es un hilo que sale de una madeja hace treinta años y ha sostenido al grupo cubano de teatro más versátil y contracorriente de la Isla.
¿Cómo es, de qué fibra está hecho, cuál es su composición…?
Imagino un hilo donde se trenzan las pañoletas rojas que nos cambiaron en la primaria por las azules, las medallas que nuestros abuelos guardaban en cajitas de plástico y esas camisas bacterias que vistieron nuestros padres y tíos en los ochenta…, con sus tribales y dragones chinos. Me imagino un hilo hecho con las cintas trenzadas de tantos casetes de los Beatles que escuchábamos escondidos, en los cuartos del fondo, y hecho también con las sogas con las que halamos agua dulce de tantos pozos, con las que amarramos los cerdos que vendimos y las balsas en que nos fuimos y las chivichanas que nos llevaban loma abajo. Un hilo… Un hilo que, por supuesto, está hecho con fibras de henequén y marabú, del nylon con el cerramos bien la tapa del pomo de luz brillante para enceder el fogón piker en los ochenta, en los noventa, y ayer mismo, hoy mismo. Un hilo que tiene cuarenta y siete tipos de fibras y un alto porcentaje de poliéster soviético.
Un hilo que han tejido Nelda Castillo y Mariela Brito como dos Penélopes, para darnos este libro, esta Memoria… La imagen de un país que cambia a diario entre tazas de cambio y tazas de café.
Un hilo que borda nuestras formas de vida y de muerte.
Un hilo que no entra por cualquier aguja. Claro que no.
Me queda en las manos una filigrana…
Pasen señores, pasen.
La pirámide está abierta.
No tengan pena.
«Esto es como el Titanic, se hunde, pero con música».
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La Habana, 26 de septiembre de 2025
‘Corpus‘ [El Ciervo Encantado, 2025]
Autora: Nelda Castillo
Edición: Katherine Perzant
Diseño: Yasser Fonseca
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