Para 1965, el documental era un renglón que había alcanzado ya gran importancia en la producción del ICAIC. Un dato ilustra este rápido desarrollo. En 1963, el departamento dedicado a ese género cinematográfico ocupaba el cuarto piso del edificio de 23 y 12, en el Vedado. Dos años después, contaba ya con una sede propia. Ese crecimiento no solo se reflejó en la cantidad de filmes realizados, sino en el buen nivel de calidad de varios de ellos. En el año del que aquí me ocupo, por ejemplo, se estrenaron obras de valores muy estimables: Excursión a Vuelta Abajo (Sara Gómez), Hombres del cañaveral (Pastor Vega),Sobre Luis Gómez (Bernabé Hernández), Oro de Cuba (Alejandro Saderman). Para seguir leyendo…
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