Por mucho que se hable del inicio de una nueva era poco puede preverse más allá que el traspaso del poder dentro de la misma familia que ha controlado el país por casi seis décadas. Los tan comentados cambios seguirán pues al paso milimétrico y receloso que han tenido hasta ahora en un país cuyo funcionamiento está hecho a la medida ruin de un gobierno empeñado en controlarlo todo. Para seguir leyendo…
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