Entre las obras de los años 70 encontramos sus tauromaquias o como en ocasiones las denomina Tauroerotornillomanía, escenas mostradas en originales encuadres en las que el toro se convierte en un ser biomecánico. Obras que no tendrían por qué envidiarle nada al Kamasutra, y es que esta dosis de humor, mezclada con picardía, ingenio y dominio técnico hace de estos grabados una interesante propuesta. Para seguir leyendo…
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