La persistente descalificación de Encuentro partió de la repetición ad nauseam de que como contaba, entre muchos otros que nunca se citaban, con financiamiento de la National Endowment for Democracy (NED), que era, según la dudosa fuente de un artículo de opinión del New York Times, «una pantalla de la CIA» -como si no se tratara de dos instituciones muy diferentes o como si a estas alturas de la post-Guerra Fría la CIA necesitase de pantallas-, la publicación, a pesar de su probada apuesta por el diálogo entre los creadores de la isla y de la diáspora, por la reconciliación nacional y la transición gradual y pacífica a una democracia soberanamente construida, seguía los objetivos de «derrocamiento» o «cambio violento» de régimen o «terrorismo mediático» del gobierno de Estados Unidos. Para seguir leyendo…
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