Las memorias de Abreu abarcan sus primeros 28 años de vida. Comienzan con el recuerdo de su madre Concha protegiendo a su prole y terminan con su salida de Cuba durante el éxodo del Mariel: “Que se vayan los gusanos; que se vayan”. Es el mes de marzo de 1980 y en La Habana los que se marchan son insultados y golpeados. Actos de repudio: el escupitajo como política de Estado. Vejaciones y maltratos. Y lo peor: eran sus propios compatriotas quienes se los infligían. Es imposible imaginar una degradación mayor que la de un pueblo capaz de perpetrar semejantes abusos. Abreu está solo frente a la barbarie. Su madre, esta vez, no puede ampararlo. Para seguir leyendo…
1 comentario
NDDV | 19/07/2017 - 06:07:28
Perdón, no conozco el libro de Juan. Pero lo que sí puedo decir es que esta nota desangelada no es una crítica, ni siquiera llega a ser reseña. No es nada. Ningún libro se merece que lo desestimen de esta manera. Vuelva a la máquina de escribir y esfuércese un poquito, señor Martínez!
Perdón, no conozco el libro de Juan. Pero lo que sí puedo decir es que esta nota desangelada no es una crítica, ni siquiera llega a ser reseña. No es nada. Ningún libro se merece que lo desestimen de esta manera. Vuelva a la máquina de escribir y esfuércese un poquito, señor Martínez!