No sé si Raúl Castro y sus consejeros han examinado el perfil de las naciones modernas exitosas, pero todas están sujetas al crecimiento mediante lo que Hayek llamaba el «orden espontáneo». La economía crece en ellas libremente, sujeta al mecanismo de tanteo y error, guiada por el impulso de los emprendedores con sus esfuerzos espasmódicos, en las que unas veces «ganan» y otras «pierden», porque si algo es seguro en un régimen de libertad económica, es que no existe la menor seguridad. Los consumidores son los que deciden y estos son impredecibles. Para seguir leyendo…
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