Las fechas de nacimiento de estos artistas nos dicen que hay un arco temporal muy corto entre ellos, es decir, pertenecen a la misma generación y ello supone la participación de una misma sensibilidad epocal: la del descrédito. Para ellos “no hay significado transcendental”, al menos no en lo político-ideológico. A través de la pintura, las instalaciones, el video o los libros-objetos cada uno ha saboteado el relato tradicional (el histórico, identitario y oficial), en algunos casos desde el intimismo poético y en otros desde el comentario cáustico y desencantado. Para seguir leyendo…
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