Para Garrincha su trabajo es una extensión de sus dibujos infantiles. “El cómic (o historieta) es un género del enemigo (…) no te permitían participar en concursos internacionales, (lo que es) una gimnasia intelectual muy saludable”, dice. Ya en privado Gustavo me comenta que, antes de él empezar a publicar, una vez alguien había dicho a los caricaturistas que no participaran más en un concurso en Canadá porque era patrocinado por la Coca Cola. Y es que hay una contradicción esencial entre la falta de libertad de expresión en Cuba y la caricatura. Ésta decanta por el arquetipo para amplificar el defecto, la característica sobresaliente, y mofarse de ello a modo de cuestionar, criticar. 😉
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