«Aunque los políticos cubanos no sean buenos lectores -pues un político tiene la necesidad de efectuar «malas lecturas» para hacer su labor con la realidad-, poseen el olfato capaz de intuir lo que se encuentra en las mayúsculas de Ficción Absoluta. Por eso los políticos no soportan la idea de una República de las Letras. Los políticos cubanos intuyen que Orígenes generó algunas mayúsculas trascendentalistas, y una nostalgia del “origen”, y un énfasis de la resurrección histórica, que pueden emplearse en situaciones concretas de la política». Ommmmmmmmm… 😉 Para seguir leyendo…
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