Hay una fotografía de Nelson Morales que me recuerda a la “pelandruja” de Severo Sarduy. Quizás porque la modelo trae la misma combinación de vestido rojo, tiara y zapatos de tacón. Seguramente porque aquí también aquella es aquél. Pero sobre todo porque hay un factor de extrañamiento, un atisbo de incongruencia entre el personaje y su escenario, lo que da un toque de irrealidad o de ilusión a algo que, en sentido estricto, debería ser visto como una fotografía “documental”. Para seguir leyendo…
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