Era informante de la CIA pero tan peligroso que la propia agencia lo tenía estrechamente vigilado. Lo entrenó y lo utilizó en sus planes para derrocar a Fidel Castro pero también para que espiara a sus amigos, otros exiliados cubanos anticastristas. Y cuando explotó el avión de Cubana de Aviación en Barbados en octubre de 1976, un acto del cual el gobierno cubano siempre lo ha responsabilizado, la CIA estuvo muy preocupada de que su relación con él se hiciera pública. Para seguir leyendo…
Responder