Considerado por artistas de varias generaciones como el padre de la gran escena cubana, el teatrista pasa a la historia como el creador visionario y arriesgado que desde el Grupo Prometeo, que fundó en La Habana, en 1948, puso al día a la escena cubana al estrenar obras de la vanguardia europea al mismo tiempo que en sus países de origen. Para seguir leyendo…
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