Pienso que el artista y su obra no están separados ni ideológica ni estéticamente. Son un solo ente. Se trata más bien de un proceso donde uno madura, va perdiendo miedos y alcanzando mayores conocimientos ideoestéticos y políticos. La preocupación por los pobres, los negros y algunos problemas sociales se aprecia en mi obra desde que tallaba madera. En mi primera exposición personal, Los héroes no pesan (2011), hice una gran instalación con una treintena de veteranos de la guerra de Angola, todos mutilados y frustrados, e invité a varios ex combatientes a la muestra. Para seguir leyendo…
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