El principal problema del modelo es proclamar, de forma “machacona”, que el “plan central” debe prevalecer sobre el mercado y la propiedad estatal sobre la no-estatal, así como el principio de que no puede haber concentración de la riqueza y la propiedad, el cual además se aplica de manera arbitraria. Este modelo ha fracasado en todo el mundo, en la URSS, en los países de Europa Oriental y, por supuesto, en Cuba. Los dirigentes chinos y vietnamitas usan, para caracterizar su modelo, el término “socialismo de mercado”, así, sin miedo. Para seguir leyendo…
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