El cine de Quintela es siempre uno donde el didactismo es inexistente. Los personajes son misterios absolutos, o casi, y a excepción de La obra del siglo, apenas se nos cuenta de dónde vienen, qué decisiones los pusieron donde acabamos de conocerlos. En el caso de Akira, hay una línea nebulosa que lo conecta a Cuba: cierta referencia al trago bautizado como Mojito; el tema musical escogido para el homenaje de despedida (Lo material, interpretado por Elena Burke) que le organizan en la asociación de cazadores; y una secuencia en blanco y negro que cierra el filme, donde una mujer ataviada como guerrillera corre a través de un bosque. Para seguir leyendo…
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