«El castigo no es una opción. Es absolutamente evitable. Hay salidas a todo, si no físicas, al menos mentales. Esa es mi tesis en la serie El regreso de Jack el castigador». De forma dialogante, mirando hacia su infancia y comentando el trasfondo de una de sus más interesantes series, deja caer un par de prendas como declaración de principios: la soledad mal asumida es un síntoma social nocivo, por una parte y por otra; su renuncia a sentirse penitente en cualquier circunstancia. Para seguir leyendo…
Responder