Ahora que está tan de moda discutir de leyes, acápites y constituciones, no estaría mal echar un vistazo a aquellas que promulgó en el temprano 1961 la revolución, y estaban dirigidas ante todo a la agrupación y organización (y en el castrismo esto solo ha sido un método de control y vigilancia, ya que nunca un sindicato en Cuba ha defendido ningún derecho) de los trabajadores en uniones sindicales. El mal estaba pensado desde el principio. Enjoyyyyyyyyyyyyyyyyt 😉
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