Gustavo Pérez Firmat: 50 lecciones de exilio y desexilio

No hay exilio interminable, pues solo dura lo que dura una vida. Por lo tanto, alguien por ahí tendrá el récord del exilio de más larga duración, marca que será batida algún día por uno de esos viejitos que deambulan, pena en el alma, por las aceras de Miami. Aunque a lo mejor (y a lo peor) morir en el exilio es seguir viviendo en el exilio, y en tal caso la marca es imbatible. El exilio nos acaba sin acabarse él. Me informa un demógrafo amigo que en las últimas décadas más de un cuarto de millón de cubanos han muerto lejos de Cuba: un sinfín de exilios sin fin. ¿A qué fin? Para seguir leyendo…
Responder