Ahmel Echevarría: ·Entre Jack el Destripador y Damien Hirst·

El cineasta danés se revisita en esta película, se apropia de segmentos de otras películas suyas —según él, por falta de dinero a la hora de pagar derechos de autor— y sitúa en un level muy alto la violencia que usualmente estalla en su filmografía. Jack y el resto de mujeres y hombres —victimario y víctimas en una escalada— se nos vuelven insoportablemente demoníacos y familiares porque son las víctimas y el victimario que podríamos encontrar en la casa de al lado. O en la nuestra. Para seguir leyendo…
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