Algunas ESBEC (muy pocas) alcanzaron logros organizativos y docentes, pero no fueron capaces sus dirigentes y claustro de darle estabilidad y continuidad a su labor. Es por ello que considero que no existió tal edad de oro de las escuelas en el campo, fueron una pesadilla desde todo punto de vista, incluyendo el económico, aunque esto no era lo más importante. Lo de más trascendencia fue la deformación de más de una generación, lo que repercutirá en la sociedad cubana durante decenios. Para seguir leyendo…
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