La Cuba comunista es y ha sido un país mendicante. Es decir, vive de la caridad ajena. Pero es evidente que, a diferencia de las comunidades limosneras en donde los frailes voluntariamente hacen votos de pobreza, los hermanos Castro implantaron en Cuba un sistema social y económico tan sumamente disparatado que los cubanos no solo no gozan de libertad, sino que —reducido al mínimo el apoyo de Venezuela— hoy difícilmente sobreviven esquivando la miseria. Para seguir leyendo…
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