No me motiva ser protagonista de los eventos que fotografío. Como ya dije, confío en que la realidad es mucho más exuberante y cautivadora que lo que yo pudiera escenificar. La imagen fija tiene el poder de detener un suspiro de la realidad y convertirlo en testimonio. Una efímera fracción de tiempo detenida y ampliada en papel fotográfico se hace eterna y puede adquirir una tremenda fuerza y simbología. Para seguir leyendo…
Responder