José Azel: ¿Por qué no soy un inmigrante?

Dejé Cuba en 1961, a los 13 años sin mis padres, como parte de la Operación Pedro Pan y comencé la vida en Estados Unidos con una imborrable, aunque juvenil, idea de nuestras libertades individuales. Juré que no regresaría hasta que Cuba fuera libre de nuevo. Así, nunca he retornado a mi país de nacimiento ni he podido visitar la tumba de mis padres en el Cementerio de Colón en La Habana. Es por eso que no soy un inmigrante. Para seguir leyendo…
Responder