Grethel Morell: ·¿Dónde quieres verte, Ikú? La muerte en la fotografía cubana·

La intención de “inmortalizar la muerte” a través de la cámara está en los orígenes de la fotografía. Aparejada al registro del suceso, surge la necesidad de eternizar al modelo y exponer sentimientos de apego, configurándose una visualidad de lo macabro que matiza álbumes y galerías familiares. Desde los mismos años de la invención y popularización de la máquina de Daguerre, el retrato de cadáveres dispone tendencia. En 1847 se ofrecían en La Habana servicios a domicilio para fotografiar difuntos, por “módicos precios”, en exquisitas planchas de tamaño “ordinario”. En el Diario de la Marina de 1853 se anuncian los retratos “de colores al daguerrotipo sobre porcelana” de personas muertas o moribundas por el precio de 1 hasta 6 onzas de oro, según el formato. “Imperecederas e inalterables” imágenes. Para seguir leyendo…
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