No fue hasta el año 2004, tras la publicación del artículo «Germán Puig, Ricardo Vigón y Henri Langlois: pioneros de la Cinemateca de Cuba», que saliera a relucir el nombre de los auténticos fundadores de esta institución. El artículo de Emmanuel Vincenot es “de obligada lectura si se quiere entender los verdaderos orígenes de esa institución cinematográfica, historia que, por oscuras razones, fue ocultada”, según reseñó Zayas en su entrevista. Los antecedentes estaban en las sesiones del Cine Club de La Habana, ubicado desde 1948 en las calles Consulado y Trocadero, y en el que se reunía buena parte de la intelectualidad cubana de la época. Para seguir leyendo…
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