El delito se cometió delante de agentes del orden, que están obligados a conocer el Código Penal y por tanto tienen que saber que el ministro violó la ley. ¿Será la preocupación ante la posibilidad de que alguien presente cargos contra el ministro por abuso de autoridad, lo que ha llevado a los medios oficiales a evitar a toda costa mostrar el vídeo que muestra la agresión del funcionario contra el periodista? Los medios oficiales tampoco han mostrado al viceministro Fernando Rojas afirmando ante la prensa extranjera que «hay que asumir el riesgo de que haya algún empujón o manotazo». ¿Les preocupa asumir el riesgo de que, dentro de Cuba, los que no tienen acceso a internet y suelen conformarse con la versión del Gobierno y sus medios, se pregunten si es aceptable y, sobre todo, legal que un funcionario público agreda a un ciudadano? Para seguir leyendo…
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