Persona non grata se puede leer como una novela de espías. «Cabrera Infante la leyó en Londres y me dijo que le había vuelto la enfermedad a la cabeza, la paranoia que tenía en Cuba. Yo le dije que no sabía si mi problema era que tenía delirio de persecución y él me contestó que era lo contrario. Era la persecución la que era un delirio» Para seguir leyendo…
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