Explico algo. No hay diferencia alguna entre el oficial que todos los domingos envía las tonfas para que se arreste a  opositores e individuos que ocupan un cargo en alguna institución cultural y no solo vigilan a sus trabajadores o los eventos que allí se realizan, sino que informa puntualmente al G2 cubano de quién debe ser vigilado, quién debe ser desactivado, quién debe ser «congelado», etc. Iroel Sánchez pertenece a esta segunda clase: la de los chivatones, los segurosos, los esbirros de oficina, y más que por la FHRC debería estar circulado por Interpol y por la policía canina, con el perdón de los perros. 😉