Héctor Antón: ·Un paseante a ras de suelo·

¿Cómo transformar un país de vagos en una sociedad de trabajadores conscientes de la noche a la mañana? Un buscavida explota cuando se lo comento: “Haré lo que sea, aunque me cueste la cárcel. Yo no pincho pal’ gobierno ni pa’ nadie”. Este desclasado modelo sigue fiel al lema: “Si el trabajo engrandece, que crezcan los enanos”. Seguro engrosará una banda de asaltantes. Aspirar al orden en cualquier variante comercial o política, estatal o privada, es otra quimera insular que se devora a sí misma. Antropofagia del caos. El cubano ha concientizado adueñarse de los establecimientos estatales. ¿Quién puede contra el relajo o la corrupción? ¿O contra un decreto listo para ser reescrito según sople el viento? Por cada combatiente honesto hay miles de individuos acostumbrados a mantenerse fuera de la ley. Para seguir leyendo…
Responder