Insistir en el tema de las libertades fundamentales, así en la isla como en el exilio, es un sinsentido contraproducente a esta hora: quienes hemos vivido 57 años con todos los derechos humanos secuestrados, no deberíamos mostrarnos tan impacientes en el instante de la auto-transición hacia un poscastrismo de Estado… Para seguir leyendo…
Responder