Frank Ajete Pidorych: De la responsabilidad parental y otros demonios

La nueva institución no cambiará mucho —al menos no de inmediato— en la cotidianeidad cubana. Con el nuevo Código, mi abuela seguiría estando a solas conmigo, y mis vecinos seguirían asumiendo que la ley contempla incluso el ius vitae necisque. Empero, no estarían legitimados para pensar así, y eso, en retrospectiva, me hubiese bastado. Para seguir leyendo…
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