“La idea (de Colección G) es romper con este sentido medio parroquial de las editoriales cubanas -dice Padilla-, pues si revisamos sus catálogos a veces nos queda la sensación de que son un supermercado mal organizado y que funcionan como una suerte de Arca de Noé, con escritores que tienen un estatus, premios nacionales en su mayoría, con ciertos privilegios, quienes llegan a estas editoriales a resguardarse de todo cuanto acontece en el contexto de la literatura fuera de Cuba”. Para seguir leyendo…
Responder