Puig Punyet relata la pérdida del ritual gregario en beneficio de una socialización share en la que, por ejemplo, el éxito de la música ya no se mide por la asistencia a un concierto sino por las visitas en Youtube. Despojados de su entidad congregacional, escritores y artistas ya no tienen lectores o espectadores, sino seguidores. Si a esto añadimos que todo lo pagamos con nuestros datos y –no hay que olvidarlo- con nuestro trabajo, ya tenemos servido el cóctel perfecto entre control y productividad. Para seguir leyendo…
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